Ofrecimiento de los niños a san Isidro

Más de medio centenar de niños de nuestra parroquia, san Andrés y alumnado del colegio Sagrado Corazón fueron presentados a san Isidro el pasado 14 de abril, en un acto presidido por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro.

Celebrado en la capilla de san Isidro, en la calle del Águila, se retoma así tras la pandemia y en su lugar originario una tradición que el mismo arzobispo de Madrid impulsó hace cinco años, cuando se reabrió al público este espacio que custodia la Pontificia y Real Archicofradía Sacramental de San Pedro, San Andrés y San Isidro.

«Sois unos privilegiados», les comentaba el cardenal Osoro a los niños al recordar aquellas palabras que Jesús dijo a sus discípulos: «Dejad que los niños se acerquen a mí». «Es una cosa preciosa que tiene que quedar en vuestro corazón» —subrayó—. También les explicó quién fue san Isidro, «un niño que fue igual que vosotros, que creció en la fe; un buen cristiano que vivía lo que dice el Evangelio, que se tomó tan en serio el seguir a Jesús que hizo cosas maravillosas. Por eso, los animó a que, «de vez en cuando, le pidamos a san Isidro que seamos como él». Los niños, por su parte, aprovecharon sus oraciones a través del santo patrón para pedir "salud, amor, y fe". «Qué bonito es eso» — comentó el cardenal Osoro, apuntando que estaban pidiendo «cosas preciosas».

La celebración concluyó con la bendición de los presentes con agua de la fuente del santo y la entrega de medallas y estampas a cada uno de los niños, quienes escucharon del arzobispo las siguientes palabras: «que san Isidro Labrador te bendiga y te conceda humildad».

Marga fue una de las madres que acudió con sus cuatro hijos —y el quinto, que viene en camino—. «Un santo como san Isidro es el mejor protector de la familia» —afirmó esta salmista de la Paloma—. Hace tan sólo un mes hicieron también la ruta de san Isidro, la cual les pareció «muy apropiada para los niños porque te acerca a la figura del santo; una figura muy realista y humana».

San isidro ninos margarita

Devotos de san Isidoro de Sevilla

La capilla donde se celebró la presentación de los niños, en la madrileña calle del Águila, se encuentra en el lugar donde nació el santo patrón madrileño. La tradición sitúa su venida al mundo el 4 de abril de 1082. En aquel entonces, Mayrit era una ciudad de 12.500 habitantes, de los cuales 2.500 eran cristianos y el resto, musulmanes. A pesar de su inferioridad, había ya diez iglesias.

Se cree que al pequeño Isidro le pusieron ese nombre en honor a san Isidoro de Sevilla, cuyos restos habían pasado por Madrid en 1063, en su traslado de la capital hispalense a León. Levantó este viaje un gran revuelo y fervor, y muchos padres decidieron llamar así a sus bebés.

En la capilla del nacimiento se conserva una escultura del labrador del siglo XVIII, que recibe el nombre de «primorosa» por sus ropajes de gala, y otra de santa Lucía, porque muchos de los milagros del patrón están relacionados con la vista. Dos lucidos tapices de la Real Fábrica de Tapices cubren las paredes laterales de un recinto minuciosamente restaurado en 1896.

La capilla es un espacio significativo para las gentes del barrio. Los más antiguos cuentan cómo todo se articulaba en torno al toque de campanas, que entonces era manual y que se ha recuperado ahora, también, de forma manual. Cada 4 de mes día en que se mantiene abierta— suenan a las 13:00 horas, cuando empieza la Eucaristía. En ella, además, se conserva una reliquia del santo madrileño, del que este año se celebra el 400 aniversario de su canonización; de ahí que la Santa Sede concediera a la archidiócesis de Madrid un año Jubilar.

 

San isidro ninos caricia

Fuente: Archidiócesis de Madrid.

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